Y justo cuando creía que ya estabas olvidado, cuando creía que ya no te necesitaba para respirar, para ser feliz, para vivir… vuelves a aparecer en mis sueños, y no comprendo por qué, por qué mi mente se niega a olvidarte, a sacarte de mi corazón, a hacer borrón y cuenta nueva y resignarse a que somos amigos.
Créeme, no se por qué, si tú no has hecho nada para que pueda pensar que algún día llegaremos a ser algo más de lo que somos, créeme, porque si pudiera pedir un deseo en este momento sería ese. Pero es que mis sueños me traicionan, en el momento que cierro los ojos ahí estas tú, dándome la mano, sacándome de mi casa en mitad de la noche, yéndonos a la calle, y me besas, sí, lo puedo recordar como si lo hubiera vivido, es un beso lento, dulce... Pero entonces tu boca pide más, y yo se lo doy y seguimos así, perdidos en nuestra odisea hasta que llega lo que más odio, ese sonido….ese horrible sonido que me devuelve a la realidad, y me doy cuenta de que no he salido esa noche, que estoy yo sola, en mi cama, como debe ser. Pero ya se que la siguiente noche volverás a aparecer, impidiéndome una vez más, olvidarte…
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