Datos personales

Mi foto
Spain
It's good to hear your voice,I hope you're doing fine and if you ever wonder I'm lonely here tonight.Lost here in this moment and time keeps slipping by and if I could have just one wish I'd have you by my side.I miss you...I need you...I love you more than I did before and if today I don't see your face nothing's changed,no one can take your place;It gets harder everyday.Say you love me more than you did before,and I'm sorry it's this way but I'm coming home,I'll be coming home and if you ask me I will stay.I try to live without you,the tears fall from my eyes,I'm alone and I feel empty,God I'm torn apart inside.I look up at the stars hoping your doing the same,somehow I feel closer and I can hear you say "I miss you... I need you". And I love you more than I did before and if today I don't see your face, nothing's changed,no one can take your place;It gets harder everyday.Say you love me more than you did before and I'm sorry that it's this way but I'm coming home,I'll be coming home and if you ask me I will stay.Always stay,I never wanna lose you and if I had to I would chose you. So stay,please always stay,you're the one that I hold onto,cause my heart would stop without you.

domingo, 16 de octubre de 2011

Romances de verano, corazones rotos en otoño.



Hoy la memoria de aquel verano ha vuelto a mí y se ha abierto como una herida fresca.
Recordé el comienzo de nuestra historia, como cualquier otra, no era nada del otro mundo, pero había una peculiaridad: Nos amábamos como nadie se había amado en este mundo antes.
Tú siempre ibas a aquel lago y me esperabas sentado en un banco de madera y yo, fiel a nuestra promesa, acudía siempre a tu llamada; a veces más puntual, otras menos, pero es que me encantaba ponerme guapa para ti, me encantaba notar el deseo en tus ojos y aún más ver como te contenías por miedo a estropearlo todo, por miedo a que aquel paraíso se rompiera como un frágil cristal.
Otras veces llegaba tarde aposta con la intención de hacerte dudar, de hacerte creer que no eres tan importante, que no eres esencial... Pero nunca lo conseguía, daba igual el tiempo que me retrasara, tú siempre estabas allí sentado, con la mejor de tus sonrisas y con seguridad en la mirada, a quién quería engañar, si tú sabías que yo no era sin ti y yo creía que tú no eras sin mí...


Pero también recordé aquel día en el que partiste, en el que todo cambió y me dejaste sola y con el corazón hecho añicos. No pude evitar dejar las lágrimas brotar de mis ojos, la fuerza nunca fue una de mis virtudes...


Y a día de hoy me ha sido inevitable volver a aquel lugar, a nuestro lugar, e increíblemente tú seguías allí, esperándome, como hacías cada atardecer, como si nada hubiera cambiado... Entonces corrí hacia a ti y te abracé con todas mis fuerzas, no quería dejarte te ir. Te besé bajo la mirada indiscreta de la gente hasta quedarme sin respiración.
Entonces te miré a los ojos y te repetí mil veces bajo el cielo infinito cuanto te quería, y justo ahí, con el corazón tan acelerado que sentía que se me iba a salir del pecho fue cuando sucedió lo inevitable...
Como cada mañana a esa hora volvió a sonar aquel enemigo ensordecedor... Deseé volver a dormirme, volver a aquel paraíso y congelar las agujas para siempre, quedándonos allí, haciéndole trampas al sol para que no saliera y destrozara nuestro mundo.

lunes, 10 de octubre de 2011

No one ever said it could be this hard...

Las calles de aquella ciudad parecían vacías. 
La gente caminaba a su alrededor, pero ella seguía sintiendo que estaba sola, que la habían abandonado en mitad de las tinieblas y habían roto la lámpara de aceite que alumbraba su camino.
Y es que a veces nuestros ojos no son lo suficientemente claros como para mostrarnos la ruta que debemos seguir, a veces necesitamos a esa persona especial para que nos ayude, pero, ¿Y si esa persona es la misma que nos ha dejado ahí abandonados, qué hacemos?


Las horas seguían pasando y el sol había decidido esconderse detrás de las nubes para evitar darle una respuesta a su frustración.
Éstas por otro lado, habían decidido regalarle unas finísimas y afiladas señales de comprensión como respuesta a las que algunos llaman "lluvia" y ella decidió corresponderle con unas muy parecidas de agua y sal a las que me gusta llamar "lágrimas" que ahora habían quedado camufladas. 
Por un lado lo agradecía, odiaba llorar en público, en parte porque sabía que aunque lo hiciera no le importaba lo suficiente a nadie como para que se preocuparan, como para mostrarle una solución o simplemente para escucharla y ofrecerle unos brazos en los que refugiarse.
Pero ella prefería no pensar en eso, simplemente culparía a las nubes de su ropa mojada y al resfriado del color de sus ojos y se miraría en el espejo repitiéndose que todo va bien...