Es triste ver como el mundo que tenías a tus pies se va destrozando poco a poco, ante tus ojos, y tu no puedes hacer nada por impedirlo, solo puedes esperar a que pase. Deseas que sea lo antes posible, para que el sufrimiento termine pronto, pero no es así, y mientras recuerdas como eran antes las cosas, te ves a ti feliz, como una más en ese cuento de hadas que ahora es tu peor pesadilla. Todos dicen que no pasa nada, que tarde o temprano tenía que pasar, pero son tantos los momentos vividos, tantas risas, tantos abrazos tanto… cariño, sí, cariño esa es la palabra, una cosa que tu ya no sientes que tenga nadie por ti. Y ese es el momento en el que piensas que tu vida no tiene sentido, que te gustaría morirte, llegar a tu casa y, zas!, acabar con todo el sufrimiento rápidamente, pero no puedes, no sabes por qué, pero algo te lo impide.
Y esa cosa es la gente que aún te quiere, que aún te consuela cuando estas triste, que aunque a veces te haga rabiar, al mismo tiempo te alegra, porque sientes ese cariño que has dejado de recibir de la otra parte. Y esa es la única razón que encuentras para seguir adelante…
Pero luego cuando crees que puedes abstenerte de todo en el otro mundo…zas!, también te traicionan, y pasan cosas que no esperabas, te das cuenta de que la gente no confía tanto en ti como tu pensabas, y no sabes si al final vas a ser tú la persona que ha cambiado, no ellos, y entonces solo te queda recurrir a la opción que tanto habías descartado, que tanto habías querido evitar…
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