On the edge of breaking down.

Harta de todo. Harta del mundo que me rodea, de sus paisajes, de su estúpido girar, incluso harta de la gente que habita en él. 
Gente falsa. Gente que miente. Gente que a la cara se calla y a tus espaldas te pone verde no, morado. Gente que creías que eran tus amigos y simplemente estaban fingiendo.

Luego están las personas por las que matarías, por las que cambiarías tu vida por la suya; personas que no saben lo que piensas, lo que sientes.
Y esa persona, es la misma que aparece en tus sueños todas las noches, esa persona que cuando la ves se te arregla el día, y si notas que está triste, haces lo que sea por verla sonreír. 
Y lo más triste de todo esto, es que cuando tu intentas ayudarla lo único que encuentras es rechazo, o, en el caso de que consigas animarla, como muestra de agradecimiento se irá a coquetear con otra, sin saber que tú por dentro te estás muriendo de los celos, y te gustaría decir que estás aquí, que existes, que todo lo que haces, es porque le amas. 

Y en cambio, en otras ocasiones, es como si solo existiéramos tú y yo. Es como si hubieras llegado a sentir algo, por imposible que parezca, es cómo si el mundo estuviera hecho a nuestra medida. Pero luego todo se rompe... Luego aparece ella.