¿Cómo puedes llegar a ser tan sumamente cerda?, ¿No te basta con un "no"?
Parece que lo hagas aposta para joderme, porque sabes que a mi no me ha rechazado, al menos no lo ha hecho aún, y tú estás tan celosa de mi que quieres que yo me ponga celosa de ti, de que él sea tan bueno que no quiera alejarse de ti para que no sufras más.
Pues, ¿Sabes qué? Que no lo vas a conseguir. No vas a conseguir que me ponga celosa de una persona que solo se siente bien si jode a los demás, que le dan todo hecho, que no sabe interpretar las cosas, que es tan mañaca que si no tiene lo que quiere, se cabrea con el mundo y lo paga con los demás traicionando a sus amigas y a sus propios principios, si es que tú tienes de eso.
Y por supuesto, no voy a renunciar a mi sueño solo porque veas que a mi me hace más caso que a ti y te sientas mal, no voy a renunciar a él por nada del mundo, y menos porque te enfades conmigo o porque estés tan rabiosa que te sale humo de las orejas.
Si fuera por una amiga de verdad, ya te digo que me lo pensaría, pero, ¿Por una puta acoplada que va de amiga, y luego es una zorra?No gracias, suficiente con que te salude.
TESTAZO! Cuanta pero cuanta razón...
ResponderEliminarHay veces, en que nada puede salir bien. Y eso es lo que pensé cuando te largaste, que hay veces, en que nada puede salir bien. Pero, fue tan frustrante el perderte, que me costo una eternidad en reconocerlo, y afirmarlo. Pasaron días, y seguías tan presente como el primer día que nos conocimos; poco a poco, el dolor se fue volviendo soportable, las lágrimas empezaban a ser algo diario, y tu nombre se fue borrando de mi cabeza. Ya no eramos nada, ya no existía un "nosotros", solo existía, un tu o un yo. Cuando llegas a un punto, donde gritas que ya no puedes más, te das cuenta del tiempo perdido en la espera. Pero, después del invierno, aparece el sol, yo aun puedo decir que sigo buscando un rayo de luz que seque tanto dolor. Y entonces, solo entonces, me levante, y deje de esperar algo que no llegaría, deje todo cuanto tenía de tu recuerdo, en un cajón; no me arrepiento del tiempo perdido, ni de el dolor que me causaste, ni siquiera me arrepiento de las lágrimas que lloré. Pues, así, fue como me di cuenta, que puedes seguir siendo amiga de una persona, aunque... haya cambiado su forma de ser.
ResponderEliminar