Antes de conocerte toda mi vida estaba en calma.
Iba a clase, estudiaba, salía con mis amigos, de vez en cuando nos íbamos de fiesta... En resumen, una rutina con ciertos altibajos, como todos.
Pero un día de repente llegó la tempestad a mi mundo, arrasó con todo, cambiando mi humor, haciéndome más frágil, haciéndome depender de una persona para poder ser feliz.
En ese momento dejé de ser una unidad, pasé a ser dos personas, lo que te pasé a ti me pasa a mi, si lloras mi mundo se destruye en pedazos, si estás feliz siento que todo va mejor. Pero lo máximo llega cuando me abrazas, cuando me besas... esa sensación de felicidad es indescriptible.
Las tempestades duran poco, lo más difícil es recomponer todo cuando ésta te abandona.
No se lo que va a ocurrir cuando me abandones, cuando te vayas, cuando ya no te tenga a mi lado... si las tempestades normales ya dejan estragos grandes, tú vas a acabar con todo, no voy a saber vivir sin ti, sin tu gran sonrisa, sin tus ojos que me hipnotizan, sin esos días en los que nos dan arrebatos de sinceridad y nos lo contamos todo sabiendo que el secreto no va a salir de esa conversación, sin necesidad de decirlo, sin esos días en los que nos enfadamos, incluso nos chillamos y al final nos reconciliamos llorando.
Por un lado no me arrepiento de nada de lo que me ha ocurrido, pero por otro no me gusta depender de una persona. Y es que en el momento que dejas que una persona sea tu todo, puede ser que en un momento dado te quedes sin nada.
Muchas gracias por visitarme =)
ResponderEliminar